Cada vez son más los clientes que comienzan a considerar a las nubes híbridas como una plataforma de respaldo adicional o un lugar donde pueden mover algunas aplicaciones. Te contamos cómo construir una nube híbrida, cuáles son sus características y cuáles son las ventajas de pasar a una infraestructura de nube híbrida.
En una investigación realizada por Nutanix, un desarrollador estadounidense de hardware y software, se muestra que la nube híbrida se convertirá en el modelo de entrega de TI más prometedor durante los próximos cinco años. Muchas empresas no desean limitarse a una nube pública o privada, sino que quieren obtener la mayor cantidad de beneficios posible de una combinación de las dos.
¿Cuáles son los componentes de una infraestructura de nube híbrida?
Una nube híbrida consta de una o más nubes privadas. Por lo general, están alojadas en un centro de datos de un cliente o de un socio, pero en ambos casos, atienden solo a un cliente y a una o más nubes públicas, que pueden ubicarse dentro o fuera del sitio. Una nube híbrida siempre necesita una plataforma de gestión de recursos en la nube. Mejora enormemente la usabilidad de la nube híbrida y permite al cliente trabajar con todas las nubes conectadas, tanto públicas como privadas, desde un panel de control unificado. Sin dicha plataforma, el cliente tiene que administrar cada nube pública y privada por separado, lo que aumenta significativamente los costos de administración. Las mejores plataformas pueden incluso analizar los modelos de uso de la nube disponibles y recomendar a los clientes cómo mejorar la eficiencia de la nube en un 30-50%.
Beneficios de las nubes híbridas
Si la demanda de cómputo y procesamiento de datos comienza a exceder la capacidad de recursos del centro de datos local, las empresas pueden usar la nube para aumentar rápidamente su capacidad. Una infraestructura de nube híbrida, que presenta varios entornos de nube pública de múltiples proveedores de nube, permite combinar los mejores servicios de nube de diferentes proveedores.
Además, las nubes híbridas permiten a los clientes:
1. Comenzar el viaje a la nube. Las empresas que son nuevas en la nube encuentran conveniente comenzar hospedando servicios críticos para el negocio en su propia nube privada y mover el resto de los servicios a la nube pública.
2. Elegir conscientemente una nube híbrida, distribuyendo cargas de trabajo entre nubes privadas y públicas según el costo y el SLA requerido. Por ejemplo, los servicios que requieren la máxima velocidad de conexión a la red deben alojarse preferiblemente en una nube privada en el sitio del cliente, y las copias de seguridad de datos a largo plazo se pueden implementar en una nube pública, que tiene costos de almacenamiento más bajos.
3. Utilizar la nube pública como respaldo si hay escasez de recursos de nube privada. Por ejemplo, en las horas pico, los recursos de la nube pública se pueden agregar a los recursos de la nube local.
4. Combinar los beneficios de la nube pública con el potencial de personalización de la infraestructura de la nube privada para satisfacer las necesidades del cliente.
Comparación de nubes privadas, públicas e híbridas:
Al realizar un balance de cada uno de los tipos de nube que tenemos al alcance de la mano, se puede apreciar que si bien el armado y el mantenimiento de las nubes híbridas puede ser algo complejo al inicio, con el conocimiento necesario de proveedores como Noventiq, es posible lograr definir un procedimiento y educar al cliente para lograr una estructura firme y un mantenimiento seguro, con un costo de operación medio, y con gran posibilidad de escalar a mayores recursos de forma rápida y efectiva, cuando sea necesario, asegurando un completo resguardo de la información de tu empresa.
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