A medida que crece la digitalización y la transformación digital, también evolucionan los ciberataques, estos se vuelven cada vez más sofisticados y con grandes niveles de alcance, que amenazan a todo aquel conectado a una red y ponen en peligro la privacidad de millones de usuarios y el crecimiento de las compañías.
El panorama de las ciberamenazas ha cambiado mucho más rápido de lo que cualquiera podría imaginar. Las brechas de seguridad no solo afectan al usuario final, sino también a las empresas e incluso entidades gubernamentales. En un entorno cada vez más digital y preparado en materia de ciberseguridad es fundamental entender cómo evolucionan los ciberataques para evitar ser víctimas de delincuentes que buscan hacerse con información valiosa y confidencial. Los ciberataques se han vuelto cada vez más diversos, sofisticados y variados, y tienen distintos nombres dependiendo del tipo de ataque que provoque: phishing, malware, ransomware, webs falsas, entre otros.
“A medida que más aspectos de la vida cotidiana se vuelven digitales, las posibilidades de ser víctimas de ciberataques son más altas. En los últimos tiempos se ha visto un incremento de los ciberdelitos a nuevos dispositivos que están conectados en nuestra vida doméstica como, por ejemplo, los altavoces, cámaras de seguridad, porteros automáticos y todos aquellos aparatos IoT. Todo esto se ha visto incrementado por la necesidad de las empresas de estar en sintonía con la transformación digital y la digitalización, lo que los obliga a conectarse a redes de nube, Inteligencia Artificial (IA), Big Data y demás herramientas susceptibles a grandes vulnerabilidades.” explicó Sebastián Sack, vicepresidente de Noventiq Latinoamérica.
En este sentido, los nuevos entornos online como es el caso del Metaverso y diferentes experiencias inmersivas impulsadas por las tecnologías de realidad aumentada, también abren un mundo de posibilidades para los ciberdelincuentes en un territorio que aún resulta poco conocido para muchos usuarios. Por otro lado, un aspecto que también ha motorizado y acelerado los delitos de ciberseguridad es la revolución del hybrid-work o home- office, un sistema que ha surgido a raíz de la pandemia de COVID-19 y que la mayoría de empresas se han visto obligadas a adoptar rápidamente sin tener en cuenta las medidas de seguridad que se requieren o sin tener tiempo de considerarlas. Así como existen herramientas de trabajo que permiten una colaboración fluida entre equipos desde su hogar, el aspecto de seguridad debe ser fundamental al momento de trabajar de esta forma, los procedimientos de autenticación multifactor integrados, mejores técnicas de cifrado, el uso exclusivo de redes privadas y además promover una cultura de ciberseguridad es indispensable para el buen funcionamiento.
“Así mismo, a pesar de que los ataques informáticos evolucionan cada día, hay algunos que continúan en uso desde hace tiempo y que, para los ciberdelincuentes, siguen teniendo éxito. Es el caso de los ataques de ransomware, usado aproximadamente desde el año 2000. El ransomware consiste en un secuestro de datos que restringe el acceso a determinadas partes o archivos del sistema operativo infectado y pide un rescate a cambio de quitar esta restricción. Incluso, grupos de hackers utilizan estos métodos actualmente para amenazar a organizaciones estatales.” Señalaron especialistas de Noventiq.
A pesar de la cantidad de ataques en crecimiento que podemos observar a lo largo de los últimos años, también se están comenzando a implementar algunas actividades que buscan aplacar a los atacantes, una de las prácticas es la que conocemos como ‘hacking ético’, donde experimentados hackers usan sus habilidades y conocimientos para ayudar a las organizaciones a poner a prueba sus mecanismos de seguridad. De esta forma, se facilita detectar y encontrar las debilidades o vulnerabilidades de un sistema y a su vez solucionar las mismas para evitar comprometer los archivos y funcionamiento general de los sistemas.
Hoy en día, no solo las grandes empresas son propensas a sufrir ciberataques, cualquier e-commerce, usuarios conectados a la red y, básicamente, la población en general, está en condiciones de ser una víctima ante diversos ciberdelitos. Es oportuno adquirir conocimientos sobre cómo evitar estos ataques, contar con arquitectura integrada por diferentes componentes que trabajen en prevenir y detectar amenazas para poder reaccionar a tiempo y, lo más importante, manejar una cultura de ciberresilencia para poder ejecutar diversas acciones que eviten un mayor alcance de las amenazas. Desde Noventiq ponemos a disposición las mejores soluciones de seguridad de la mano de los partners con los que trabajamos, nuestra experiencia en la materia y a un equipo dispuesto a trabajar codo a codo para mitigar y prevenir cualquier tipo de amenaza.