El trabajo híbrido trajo consigo grandes beneficios tanto para las empresas como sus colaboradores, las formas en las que trabajamos cambiaron y continúan modificándose. Esta tendencia de trabajo totalmente disruptiva en relación con los hábitos que teníamos hace poco más de dos años, trae consigo dudas y modificaciones en torno a la ciberseguridad. Hoy en día, los equipos de TI de las empresas tienen como objetivo encontrar la forma de que esta nueva modalidad de trabajo híbrido sea lo suficientemente segura para evitar intrusiones y vulnerabilidades a los datos de la compañía. Los dispositivos, hábitos de navegación y seguridad, tienen que adaptarse a estas nuevas formas para estar a la altura de los riesgos, y poder prevenirlos.
Frente a esta nueva necesidad de las empresas de brindar seguridad y movilidad a sus colaboradores, los grandes fabricantes continúan proponiendo e innovando en la creación de dispositivos que permitan una experiencia de trabajo híbrido eficaz y por sobre todo segura. Un claro ejemplo son las Chromebooks, diseñadas y desarrolladas por Google y fabricadas por diferentes marcas como HP, DELL, ASUS, ACER o Lenovo. Google es un experto en materias de seguridad y colaboración en línea y busca llevar esa tranquilidad no solo a través de su navegador y soluciones pensadas para facilitar el día a día de las personas, sino también en cuanto a dispositivos para que la seguridad no solo esté en la nube. Estos dispositivos pasan por un proceso de aprobación que ayuda a mantener su integridad y seguridad. El diseño de la tarjeta es de Google, por lo tanto, incluye todos los elementos de seguridad que conocemos de esta plataforma. La otra particularidad de los dispositivos Chrome, que pueden ser Chromebooks como laptops, Chromebox como minipcs o Chromebase como Allinone, es que tienen un Sistema Operativo llamado Chrome OS, que desde su concepción fue creado con la seguridad en mente, por lo que no necesita antivirus. Aun así, se registraron 0 ataques de ransomware reportados en dispositivos Chrome, lo que ejemplifica la calidad de seguridad de este tipo de dispositivos.
Las Chromebooks son la nueva oferta en seguridad y productividad para empresas y escuelas. Y sus sistemas operativos varían acorde al uso: Chrome Education para entornos educativos y Chrome Enterprise para empresas. Siendo este último el SO disponible para las Chromebooks empresariales, proporcionando las herramientas para llevar la colaboración a la nube e impulsar la fuerza laboral. Este sistema operativo permite a las empresas mantenerse seguros en sus terminales, implementar actualizaciones de forma rápida y efectiva y escalar con menos carga de TI, reduciendo costos, simplificando las operaciones y aumentando la productividad.
El Sistema Operativo con el que operan las Chromebooks es muy ligero, y está basado en la nube, lo cual evita que el dispositivo se vuelva lento con cada actualización. Aplicar una actualización en los sistemas operativos tradicionales es algo que puede demorar horas, no puedes acceder a tu dispositivo mientras se actualiza y siempre queda ese miedo de que la actualización tenga más fallas que soluciones. Muchos usuarios debilitan su seguridad evitándolas, volviendo sus sistemas vulnerables. Teniendo en mente que esta es la primera línea de defensa contra los ciberataques, Chrome OS tiene un sistema que facilita la implementación de updates. ChromeOS tiene dos versiones de sistema operativo, una versión de producción, que es en la que el usuario está trabajando, y una versión de backup. Las actualizaciones suelen ser cada 6 meses, y cuando el sistema detecta un nuevo update se actualiza el backup y podemos trabajar en la versión de producción sin afectar el rendimiento. Al finalizar la actualización, solo es necesario reiniciar el equipo, y tras 10 segundos el usuario podrá volver a sus actividades.
Las Chromebooks nos ayudan a desaprender los conceptos básicos que tenemos arraigados de una PC convencional. La formalidad de trabajo y disponibilidad del mismo, aparece la virtualización de un sinfín de aplicaciones que hace mucho más simple para los administradores de tecnología, aprovisionar las aplicaciones de forma centralizada, y sus respectivas actualizaciones, fixes, políticas de seguridad masiva, sin importar la versión que los colaboradores tengan instalada en la máquina. Ya no es necesario contar con un amplio presupuesto para actualizar el parque tecnológico con capacidades elevadas de hardware y poder migrar el aplicativo, el sistema operativo y afrontar los costos relacionados con el licenciamiento. Este tipo de máquinas no solo abre una barrera de entrada baja para adquirirlas y poder actualizarse a un dispositivo con un hardware y una prestancia muchísimo mayor, sino también gracias al concepto de virtualización como administración centralizada y a la virtualización para el posicionamiento de aplicaciones en forma centralizada y descentralizada para los usuarios, no se necesita tanta seguridad instalada en el equipo, sino políticas aplicadas en esos escritorios virtuales. Estas nuevas formas facilitan subir los niveles de seguridad a los estándares que nos demanda el mercado y que crecieron exponencialmente con la pandemia, sin necesidad de un hardware de último modelo, aplicaciones, o licenciamiento.
La pandemia cambió la forma en la que vemos la seguridad, antes bastaba con asegurar nuestro perímetro, y estábamos protegidos en la red corporativa con el firewall corporativo; llegábamos a la oficina, nos conectábamos y usábamos todos los recursos de la red local. Y a sabiendas de que el trabajo híbrido se instaló como parte de la realidad, se fueron creando burbujas de seguridad que siguen al usuario a dónde sea que vaya. En Google, se adopta el modelo de seguridad Zero Trust llamado Beyond Corp, el cual ya está instaurado en toda la comunidad de seguridad y ayuda a aplicar el concepto de mínimo privilegio del usuario, brindándole acceso solo a lo que necesita para mantener la información segura. La nube nos ayuda a mantener la información resguardada, ya que podamos validar desde dónde se conecta el usuario, si el dispositivo está aprobado, si es un dispositivo Chrome y hasta que no tenga ningún malware. También, podemos gestionar en entornos Chrome OS, la tienda de aplicaciones y configurarla de forma tal que entregue las aplicaciones requeridas; lo mismo sucede cuando virtualizamos el escritorio.
Los dispositivos Chrome garantizan la disponibilidad y el acceso de los colaboradores a sus datos, sin necesidad de tener conexión a internet. Se puede trabajar de forma offline, a pesar de que existen aplicaciones que son web y funcionan a través de internet. Como nada se almacena en el dispositivo, no es necesario generar un backup. El SO es muy ligero y permite trabajar en modo offline, encriptando los accesos y la información por defecto, por lo que si se pierde el dispositivo, la información queda resguardada y solo necesitas conectarte a otro equipo y entrar a la nube para acceder.
Las posibilidades con esta nueva forma de trabajo en la nube son infinitas y los dispositivos Chrome llegaron para facilitar los accesos a la misma. Desde Noventiq, contamos con un gran equipo de profesionales listos para ayudarte tanto en la virtualización como en la adopción de trabajo en la nube.