En el entorno dinámico de los servicios en la nube, la responsabilidad compartida entre el proveedor y el cliente es fundamental para garantizar la seguridad de los datos. Mientras el proveedor se encarga del servicio según el Acuerdo de Nivel de Servicio (SLA) y proporciona herramientas de seguridad, el cliente tiene la responsabilidad de ciertos aspectos críticos, como la configuración de red, gestión de accesos y copias de seguridad.