La flexibilidad, la disposición al cambio y la voluntad de cooperación han sido los rasgos esenciales de los líderes empresariales incluso desde antes de la pandemia. Los 2 años de distanciamiento que vivimos nos obligaron a adaptarnos de forma repentina a nuevas realidades, y sobre los líderes de los equipos de trabajo recayó una gran responsabilidad y, con ella, un enorme estrés.
Los tiempos han cambiado, y si bien ahora ya podemos reunirnos sin correr grandes riesgos, muchas empresas encontraron mecanismos para que esta nueva forma de trabajar funcione de forma eficiente, y se adaptaron de tal forma que todos sus equipos coexisten y colaboran sin la necesidad de compartir un espacio de trabajo físico. Gran parte del éxito de la modalidad de trabajo actual, es gracias al esfuerzo que los directivos y líderes de equipo han puesto en gestionar y dirigir a sus colaboradores.
Sin embargo, la mayor incógnita a la que se enfrentan, es cómo ser un directivo eficiente sin la posibilidad de ver a sus equipos cara a cara, y cómo resolver los problemas que puedan presentarse a la distancia. La gestión del personal es más relevante que nunca, y lo más importante de este nuevo entorno es mantener la comunicación lo más abierta y productiva posible. La gente debe estar informada de los últimos acontecimientos en la empresa, animarse a hablar con franqueza, compartir no sólo las tareas y las noticias, sino también los sentimientos.
Un segundo pilar es confiar en los colaboradores. Ya es sabido que todos trabajan más desde casa que desde las oficinas. Pero esto no es fácil, y administrar el tiempo laboral y lograr separarlo del tiempo personal es algo que no todos manejan con la misma facilidad. Lo mejor es no presionar a tu equipo demasiado, y no intentar controlar todos los detalles. En lugar de eso, puedes pedir que te den su opinión sobre las tareas asignadas y el flujo de trabajo en general. Exponer claramente sus expectativas y preguntar a los asignados si las tareas son realizables, puede ser una gran forma de evitar caer en un papel de jefe, siendo la mejor opción convertirte en un líder para tu equipo.
Por último, es necesario asumir que la jornada laboral de 8 horas corridas quedó en el pasado, tus empleados ahora tienen la capacidad y la flexibilidad de trabajar cuando puedan, concéntrate en las metas y no en el tiempo que emplean. La flexibilidad es una cualidad que garantiza la supervivencia de las empresas. Los resultados del trabajo y la salud mental de los empleados, especialmente de los que llevan mucho tiempo trabajando en tu empresa, son más importantes que los horarios fijos. Por eso es mejor ofrecer a tu equipo un horario de trabajo cómodo. Cuanto más confianza y simpatía reciban tus empleados, más motivados estarán.
La comunicación es la clave para un trabajo en equipo eficaz. Los días en que los jefes se sentaban en despachos separados y se reunían por la mañana una vez a la semana quedaron en el pasado. Para ser eficientes y tener éxito, los líderes deben mantener un estrecho contacto con el equipo y ofrecerles las mejores condiciones de trabajo. Este enfoque incluye la promoción de un equilibrio saludable entre el trabajo, la vida privada y la construcción del espíritu de equipo a través de una comunicación positiva abierta y un ambiente acogedor y cálido.
El trabajo que realizas como líder es muy valioso, prueba diferentes enfoques de liderazgo y mejora tu forma de colaborar con tu equipo.